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La felicidad es algo sencillo, si hay
voluntad de darla. Los Utah Jazz de la NBA supieron de la situación de JP
Gibson, un niño de
cinco años enfermo
de leucemia cuyo sueño
es jugar con el equipo de la NBA. Y la franquicia respondió con
toda profesionalidad a la demanda: hicieron llegar al pequeño un contrato por un día,
por el cual entraría
en la disciplina del equipo durante 24 horas y podría estar en el banquillo
durante un entrenamiento público y jugar un amistoso entre jugadores. Además,
también podrá estar con los jugadores durante el partido ante Portland.
"Le encantan los deportes, pero
ninguno como el baloncesto. Hace un año
que no para de ver partidos con su padre y desde hace 15 meses juega todo los días en
el aro que le pusimos en el jardín", contó su
madre Megan, en declaraciones difundidas por los Jazz.
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