Esta pareja logró reforestar un bosque en Brasil; sin embargo, Sebastião ha dejado este mundo, se ha ido un gran hombre, quien logró junto con su esposa conectar con nuestra madre tierra como muy pocos lo han logrado.
De los pocos que, en vez de dañarla, la reparó con sus manos, Sebastião era admirado por todo el que lo conocía. Aparte de su amor por la naturaleza, amaba la fotografía, pues era su lenguaje, el lenguaje a través del cual se expresaba.
La historia comienza en 2001, cuando la pareja regresa a su Brasil natal, encontrando su tierra al borde de la desolación. Durante 20 años, trabajaron sin descanso para reforestarla. Hasta la fecha, han plantado casi 3 millones de árboles y Léila planea continuar hasta donde pueda.
Gracias a ellos, el lugar tiene 293 especies de plantas, 172 especies de aves, 33 mamíferos, 15 reptiles y 15 anfibios, algunos de los cuales estaban al borde de la extinción.
Ahora su esposa Léila será quien continúe con la misión del cuidado de este gran bosque, pero no está sola, pues todos los voluntarios del Instituto Terra (fundación creada por Léila y Sebastião) estarán allí para ayudarla a continuar con el que un día fue el sueño de ambos, pero ahora es el objetivo de muchos.
Esto es un ejemplo de lo que se puede lograr si nos unimos, que no podríamos lograr si dejamos atrás todo lo vano y nos enfocáramos en tener y dejar un mundo más sano para nuestras futuras generaciones...
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